Sobreviviente de violencia doméstica lidera la carga para garantizar la seguridad de todos los habitantes de Colorado al comunicarse con las autoridades
Ley de Virginia lleva el nombre de virginia mancinas quien fue detenida por agentes de inmigración después de que llamó al 911 en busca de ayuda mientras era atacada por su marido. Cuando la policía llegó en junio de 2011, Virginia negó que el incidente hubiera ocurrido por temor a lo que pudiera sucederle a su esposo y fue arrestada por denuncias falsas. Aunque los cargos se retiraron rápidamente, ICE aprovechó descaradamente su estadía en la cárcel del condado como una oportunidad para entrevistar y detener a Virginia por cargos de inmigración. Durante dos semanas, estuvo retenido por inmigración en Glenwood Springs y luego Leadville, Colorado sin acceso a atención médica. Uno de los afortunados Virginia pudo obtener estatus legal a través de la Ley de Violencia contra la Mujer después de probar con éxito que fue víctima de abuso físico por parte de su cónyuge ciudadano estadounidense, lo que le brindó protección de su anterior orden de deportación.
Sin embargo, el impacto de la comunicación entre las autoridades locales e ICE ya había dejado su huella. Un par de meses después de que Virginia fuera puesta en libertad, su esposo volvió a entrar en su casa y la atacó nuevamente. Esta vez ella no llamó a la policía, prefiriendo sufrir el abuso que denunciar el delito.
Todos deben sentirse seguros llamando a las autoridades locales cuando son atacados, pero este no es el caso de Virginia y muchos otros en su situación.
Según Mancinas, “si tengo otro problema como este, nunca llamaría a la policía. Mucha gente que sabe lo que me pasó no llamará a la policía. Prefieren sufrir por lo que están enfrentando. Conozco a muchas mujeres que son víctimas que han sido deportadas. Dejaron a sus hijos aquí, dejaron sus vidas aquí. No tuvieron tanta suerte como yo, "
“Decidí poner mi nombre a este proyecto de ley porque quiero que otras personas no tengan que vivir la experiencia que yo viví. Después de que fui a la cárcel, independientemente de todos los abusos que había sufrido durante años o ese día, el peor abuso que he sufrido es que me entreguen a ICE después de que llamé a la policía en busca de protección. Nadie debería tener miedo de pedir ayuda cuando la necesita ".